miércoles, 15 de mayo de 2013

Desafío

Por lo general no me gusta la decoración con vitrinas pero a quien construyó mi casa si, por lo que tuve que pensar qué hacer con la que, desafiándome, me miraba desde el living.  
 
Inesperadamente encontré la solución en el desorden que genera la venida de un pintor... el desorden acumuló muebles, accesorios y adornos de maneras no pensadas y las nuevas ideas empezaron a fluir...
 
La vitrina se transformó desde ese momento en un bar donde conviven copas y vasos de cristal con botellas de bebidas espirituosas, solucionándome dos problemas: le di un nuevo uso a la vitrina y convencí a mi marido para que me despejara de botellas otro mueble donde ahora puedo guardar los manteles e individuales.
 

Para darle un toque cálido puse en el estante del medio un antiguo trapiche de madera que llegó a nuestras manos totalmente deshecho y arruinado cuando vivíamos en el Alto Valle del Río Negro.
 
 
No sabemos quienes habrán sido sus primeros dueños, pero suponemos que "en su juventud" se debe haber utilizado para hacer vinos caseros hasta que el intenso uso lo agotó. Gracias a la nobleza y la calidad de su madera, y a la paciencia de mi suegro que lo restauró en una de sus visitas, hoy puede descansar elegantemente en un lugar de privilegio.
 
AEO

1 comentario: